Hasta al que no le gusta, le gusta y no lo sabe

«Por segundo año consecutivo culminaba un particular triduo heterodoxo en torno a la Semana Santa con un pregón. Un pregón diferente. O no… Sevilla es dual. Está dividida entre los que aman la Semana Santa y… los que todavía no se han dado cuenta. Bienvenidos a la verdadera integración de edades, condiciones sociales, estratos económicos, ideas políticas y hasta creencias religiosas. Bienvenidos al concilio más ecuménico que nadie pudo imaginar. Nace, un año más, una nueva Semana Santa. Tan ortodoxa como heterodoxa. Porque aquí, así lo contó un ortodoxo pregonero heterodoxo, cabemos todos… menos la lluvia…» 

Del epílogo de Manuel Jesús Roldán